Innovación versus novedad

Artículo incluido en el libro “Si no cambias te extingues”, publicado en febrero del año 2022, disponible para descarga aquí.


¿Cuántas veces hemos escuchado la frase “este producto (o servicio) es verdaderamente innovador”? ¿Y cuántas veces hemos pensado en que aquello que se denomina innovación no tiene nada de innovador?

Si alguien piensa que algo es innovador y el mundo no lo ve de esa manera, o el mundo está equivocado o el supuesto innovador lo está.

¿O será que utilizamos la palabra “innovación” para muchas cosas distintas, y cada uno la entiende de formas distintas?

Yo utilizo la palabra innovación para definir una ruptura. No todo es innovación porque casi ninguna idea es rupturista.

Es difícil generar innovaciones, salvo que utilices la palabra para describir novedades. Entonces, en cada novedad que ves o que descubres, hay innovación. La ruptura, sin embargo, implica modificación de reglas, cambios en conductas, modificación de patrones y resultados distintos… muy distintos. Sobre todo, mejores resultados para el generador de esas modificaciones.

Generar innovación es complejo porque para lograrlo hay que conocer muy bien las reglas de juego del sector analizado. Pero, si a cada novedad la llamas innovación, es probable que no conozcas las reglas de juego del sector en el que participas y por ello esas novedades son una innovación… únicamente para ti. Mientras tanto, para el resto de los participantes, se trata de una simple novedad.

Entonces: ¿innovación o novedad?

Utilizar la palabra innovación no te hace innovador. Utilizar la palabra estratégico para todo, no convierte en estratégico a lo mencionado. Ni siquiera jerarquiza tu discurso. Y si te enfrentas a un potencial cliente que comprende muy bien el significado de los términos, frente a tu pobre definición, tomará ventajas.

Piensa claro, para hablar claro. Si te expones a basura (si lees basura), pensarás basura.  

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