Acerca de las metas inalcanzables

Artículo incluido en el libro “Piensa. Decide. Actúa”, publicado en marzo del año 2021, disponible para descarga aquí.

En 1972, un adolescente de 16 años llamado John Naber – nadador universitario – vio los Juegos Olímpicos de Munich por televisión. Tan interesado estaba en su crecimiento personal y profesional, que decidió competir en los siguientes Juegos como nadador olímpico. Para poder clasificar, calculó que debía mejorar su tiempo en unos 4 segundos.

Para una persona como él, muy bien entrenada, esto era muy difícil porque los nadadores mejoran sus tiempos en fracciones de segundo. Pero pensó que, si entrenaba durante diez meses por los próximos cuatro años, debería mejorar una décima de segundo cada mes. Aun así, el desafío era enorme. Pero creía que podía lograrlo, y quería hacerlo.

Su idea, su plan y su trabajo rindieron frutos: no solo clasificó y compitió, sino que regresó de Montreal ´76 con cinco medallas: cuatro de oro y una de plata.

Si definimos una meta, por muy difícil que pueda parecernos, y trabajamos todos los días enfocados en ella, podremos alcanzarla. Pero recordemos que, si deseamos comer un elefante, solo podremos hacerlo de un bocado a la vez.

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