Artículo incluido en el libro “Piensa. Decide. Actúa”, publicado en marzo del año 2021, disponible para descarga aquí.
Al trabajar por dinero, ofrecemos nuestro tiempo a cambio y puede que nada de lo que hagamos nos importe o tenga sentido. Al trabajar por un propósito, todo tiene sentido y, además, recibimos una recompensa económica.
Una historia acerca de los incentivos y la motivación.
Un director de empresa que acababa de asistir a un seminario sobre motivación llamó a un empleado a su despacho y le dijo: De ahora en adelante, se le permitirá a usted planificar y controlar su propio trabajo. Estoy seguro de que eso hará que aumente considerablemente la productividad.
– ¿Me pagarán más?, preguntó el empleado.
– No. El dinero no es un elemento motivador y usted no obtendría satisfacción de un simple aumento de salario.
– Bueno, pero si aumenta la productividad, ¿me pagarán más?
– Mire – le dijo el director – evidentemente, usted no entiende la teoría de la motivación. Llévese a casa este libro sobre motivación y léalo: en él se explica qué es lo que realmente le motiva a usted.
Cuando el empleado salía del despacho, se detuvo y dijo:
– Y si leo este libro, ¿me pagará más?
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