Artículo incluido en el libro “Piensa. Decide. Actúa”, publicado en marzo del año 2021, disponible para descarga aquí.
“Tenga paciencia. Todo es difícil antes de volverse fácil.” Saadi.
Las personas que crecen y logran mejores resultados son las que aprovechan el poder de la paciencia y de la persistencia. Aquí aparece el concepto de “demora”. Todo proceso tiene su demora. La demora es el tiempo que media entre causa y efecto.
Hay casos extremos de demoras: la burocracia estatal hace culto a la demora; los empleados del gobierno le erigen altares, logrando que, en esos espacios, el tiempo se detenga. El plazo entre causas y efectos termina siendo, en ocasiones, infinito. Trabajar en esas oficinas puede ser el infierno en vida: nada de lo que allí sucede es valioso y/o trascendente para la vida.
La paciencia es una de las formas más efectivas de lograr nuestras metas. Porque la paciencia es el resultado de entender que cada proceso tiene su tiempo de maduración. Si comprendemos las demoras detrás de los procesos, no abandonaremos antes de tiempo. No abandonar, es la forma de conseguir lo que anhelamos.
Todo lo que merece la pena en la vida conlleva dedicación y tiempo.
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