Artículo incluido en el libro “Piensa. Decide. Actúa”, publicado en marzo del año 2021, disponible para descarga aquí.
La mayoría de las personas utiliza solo una pequeña fracción de su capacidad y rara vez se esfuerza por alcanzar su pleno potencial.
Mira en este momento a tu alrededor: ¿ves personas trabajando confiadamente en su progreso personal y profesional?
Mientras escribo esto, estoy observando a un grupo de personas (que conozco) conversando sobre política, remarcando todas las cosas que deberían haberse hecho y no se hicieron, quejándose por no haber recibido todo lo que ellos creen merecer. No hay ninguna tensión de crecimiento en sus vidas, no saben dónde se encuentran ni desean estar en otro lado. Existen. Viven por defecto. Escogen la comodidad por encima del potencial.
“Porque cuando las cosas mejoren, entonces vamos a…”. Le escuché esto a mi papá durante muchos años. Esperó que las cosas mejoraran para poder ponerse en marcha… pero murió antes. Falleció a los 73 años, y lo escuché decir “vamos a hacer [tal o cual proyecto] cuando las cosas mejoren”, durante más de 30 años. La situación, lamentablemente, no mejoró nunca.
No justifiques tu procrastinación.
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