Artículo incluido en el libro “Piensa. Decide. Actúa”, publicado en marzo del año 2021, disponible para descarga aquí.
Nadie puede hacerte feliz; ser feliz es tu responsabilidad.
Ser feliz no es la consecuencia de otra cosa. Sin embargo, lo entendemos de esa manera. Decimos que “somos felices porque…” o que “no somos felices porque…”.
En realidad, podemos elegir ser felices independientemente de lo que suceda. Primero soy feliz, luego suceden cosas. Ser feliz es una causa y no un efecto. De esta manera no hay nadie que pueda hacerme feliz, porque primero soy feliz y luego suceden eventos que pueden hacerme sentir bien o no.
Yo soy feliz más allá de quien tenga a mi lado, de lo que suceda con esa persona, de lo que esa persona haga o deje de hacer. Ten en cuenta que “la mayoría de las veces somos tan felices como queremos serlo”, en palabras de Abraham Lincoln.
Es fácil caer en el engaño de creer que al tener algo o de hacer algo que deseamos, podremos ser felices. Sin embargo, hacer eso que queríamos hacer, o tener eso que queríamos tener, no genera una mayor felicidad de la que teníamos. Puede ser que estemos un poco más contentos unos pocos días. Pero no es permanente.
* * *