Artículo incluido en el libro “Piensa. Decide. Actúa”, publicado en marzo del año 2021, disponible para descarga aquí.
Nuestros hábitos determinan nuestra zona de confort. Esta zona de confort no es – necesariamente – una zona de placer, sino una serie de comportamientos y resultados a los que estamos acostumbrados.
Salir de la zona de confort no significa hacer lo que no queremos; significa modificar hábitos para iniciar los planes hacia las metas que nos hayamos propuesto.
Como ejemplo: modificar nuestros hábitos de descanso porque hemos leído en alguna revista que quienes duermen menos son más efectivos, no representa este cambio propuesto. Dormir menos podría ser poco beneficioso. En ese caso, el hábito para ser más efectivos no sería dormir menos sino otro que debemos descubrir.
Salir de la zona de confort no significa comenzar a hacer lo que odiamos hacer; significa evaluar qué hábitos modificar para lograr mejores resultados. Salir de la zona de confort significa empezar a hacer un pequeño esfuerzo, bien enfocado, para empezar a conseguir mejores resultados. Se trata de definir qué precio pagar, y pagarlo.
¿Qué hábitos debes modificar para alcanzar lo que deseas?
* * *