Artículo incluido en el libro “Piensa. Decide. Actúa”, publicado en marzo del año 2021, disponible para descarga aquí.
Los clientes no deciden los honorarios del profesional que los atiende; lo que pueden decidir es si van a pagarlos o no.
El cliente no decide el importe de los honorarios, porque esa decisión es una decisión empresarial – como tantas otras sobre las que el cliente no tiene injerencia – del negocio del profesional que presta sus servicios.
Nadie decide nada respecto a tu negocio, tu trabajo y/o tu proyecto, salvo tú mismo. Que esas decisiones tengan respuesta positiva es otra cosa, porque los clientes también toman sus propias decisiones, a partir de las tuyas.
Recuerda que el precio es una poderosa herramienta de segmentación. Y, junto a otros atributos de tu propuesta, el precio refleja valor para tu público específico. La evaluación de caro o barato es solo una relación que hace tu cliente entre valor percibido y precio.
¿Cuáles son los micro experimentos que realizas, para identificar lo bueno (o no tan bueno) de tus decisiones empresariales cotidianas? ¿Qué resultados has conseguido? ¿Qué decisiones has implementado a partir de tus descubrimientos?
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